Este trabajo se propone explorar cómo las series de TV actuales problematizan una “masculinidad hiperdesarrollada”: un héroe muscular contempla, centrado en la hiperbolización de ciertas características (musculatura, fuerza, vigor sexual, rudeza y agresividad) y en la determinación de una esfera semiótica que asocia virilidad y animalidad (Cornelius). Se trata de una interpretación histórica del cuerpo del sujeto masculino como cuerpo animal, determinado siempre biológicamente. En tal sentido, la recurrencia de protagonistas masculinos en series televisivas actuales como Spartacus, Outlander, Vikings o Sons of Anarchy recupera esta promoción de un hombre “clásico” (caucásico, heterosexual y poseedor de un cuerpo altamente definido), al tiempo que parecen refractar modelos contrapuestos que incluyen otros modos de entender la corporalidad y sus derivas culturales: aquello que puede pensarse como desplazamientos en la cartografía de lo masculino y lo femenino y, además, de lo humano y lo animal. Sin embargo, nos preguntamos: a través de esta semiotización del cuerpo masculino, ¿las series trazan efectivamente nuevos límites en la topografía los géneros? ¿O critican parcialmente un sistema ideológico, asegurando la supervivencia de aquello que finalmente parecen cuestionar? ¿Cómo lo instintivo interpela esta (des)organización cultural y, al mismo tiempo, la manera en que comprendemos la condición humana? Con el objeto de arrojar luz a estos interrogantes, consideramos que la biosemiótica brinda categorías heurísticas para la conformación de un marco de interpretación que permite atender al cuerpo como constructor de modelos de mundo (Sebeok; Lotman). De manera especial, la modelización instintiva de lo masculino en narrativas actuales señala cómo, a través de la corporalidad, la cultura opera, reorganizando fronteras y prácticas sociosexuales, otorgando identidades y recuperando activamente una memoria mediante aquello que textos como los seriados activan y registran desde sus lugares de enunciación.