En los primeros años de la década de 1930, Ernst Jünger compiló y editó dos libros de fotografías consagrados a la memoria de la Primera Guerra Mundial: El rostro de la guerra mundial. Vivencias del frente de los soldados alemanes (1930) y Aquí habla el enemigo. Vivencias de la guerra de nuestros adversarios (1931); ambos volúmenes son concebidos por su autor como una unidad de representación de la Gran Guerra. Por su parte, Bertolt Brecht también organiza imágenes y textos en su ABC de la guerra (1955) para intervenir en la disputa por el presente y en la elaboración de la memoria, esta vez, de la Segunda Guerra Mundial. En contextos diferentes, los trabajos mencionados agrupan fotografías y textos para intervenir en la disputa política y estética respecto de las condiciones de significación y representación de las dos guerras mundiales.