En una entrevista realizada por Daniel Birnbaum y Anders Olsson a Jacques Derrida en 1990, el pensador francés señala que para ese entonces se encontraba trabajando los “tropos del canibalismo” a partir del vínculo estrecho entre comprender y comer.  Las figuras de la incorporación del cuerpo del otro no sólo son recurrentes en la tradición de Occidente, afirma Derrida, sino que constituyen un a priori cultural. A pesar de su relación distante con respecto al cine, en esa misma entrevista menciona el film de Peter Greenaway “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, donde encuentra explicitada la estructura caníbal del sacrificio.

La propuesta de nuestro trabajo será la de abordar algunas películas del director británico a partir de la filosofía derridiana en torno a la cuestión del animal, el cuerpo y el sacrificio, entendidos como conceptos fundamentales del paradigma político occidental.