Guatemala (1962-1996) y Perú (1980-2000) han pasado por procesos de guerra interna que se caracterizan por una violencia sexual generalizada ejercida sobre los cuerpos de las mujeres indígenas. Mi investigación de doctorado analiza el poemario de Rocío Silva Santisteban (Lima, 1963), Las hijas del terror (Lima: Copé, 2007), que da cuenta de la violencia sufrida por las mujeres indígenas, dándole voz a las que por ser mujeres y por hablar una lengua diferente al castellano, han sido silenciadas de las demandas de justicia y del discurso de reivindicación nacional. Este poemario es un esfuerzo por poetizar el horror y lo indecible, por presentar el punto de vista de las mujeres. A su vez, analizo la performance de Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974), Mientras ellos siguen libres (2007) en la que tomando como fuente los testimonios vertidos por las mujeres violadas, Galindo se presenta atada de pies y manos con cordones umbilicales, sobre un catre, completamente desnuda y con ocho meses de embarazo, para dar a conocer las atroces denuncias que las mujeres indígenas han hecho. Estas dos experiencias artísticas parten de la indignación y reflexionan sobre la mujer, el cuerpo, el testimonio, la voz, el horror, la justicia, en países con una herencia colonial que ha derivado en racismo y en violencia, revivido durante el conflicto armado. Utilizando la teoría de género analizo el modo en que estas artistas representan la violencia vivida por mujeres indígenas y la urgente necesidad de hacer que el lector-espectador, que la nación, sea capaz de verse en ellas, de reconocerlas como interlocutoras e interpeladoras válidas. Galindo y Silva Santisteban enseñan una vivencia de la otredad que intenta despertar del letargo de indiferencia que ha atrapado al país, en busca de una nueva construcción de la identidad colectiva.