La cultura del presente presupone e inscribe por medio de las instituciones sus paradigmas y sus rituales que generalizan  subjetividades y construyen cuerpos opacos, sin movimiento, sin habla, siendo así, el cuerpo se inscribe a mandatos que impiden ver  y considerar  lo diferente,  la diversidad y  la alteridad.

La intención es construir una lectura sociopedagógica  que como un artefacto interviene en los procesos de formación de los sujetos.  Desde la postura de una  pedagogía crítica e interpretativa de las prácticas discursivas que se gestan en las prácticas sociales, políticas, económicas y culturales que hasta el momento  cosifican al sujeto y su cuerpo.  La pedagogía crítica  rescata sus propios márgenes, los cuales nos conducen a pensar desde los otros, escuchar desde los otros,  reconocer las tradiciones y romper con las propias tradiciones, costumbres, malestares y convencionalismos que instalan los dispositivos biopolíticos.

Esto es necesario para poder habitar al  otro, a lo otro que es propio, a  lo otro que aún no conozco y que probablemente llegaré a ser;  a  lo otro que deseo, a lo otro como la multiplicidad de lo diferente.  Pone en juego la diferencia.   Desmantelar y pensar estas prácticas discursivas es la cuestión de este texto.   Pensar los márgenes, es mirar entre lo determinado y lo indeterminado, entre la exterioridad y la interioridad que producen al mismo tiempo hermetismos y  posibilidades.

Este análisis sociopedagógico se realizará desde la categoría lo biopolítico que plantea Foucault en Las redes del poder; se puede decir, que, lo  biopolítico se basa en la relación de economía-sexualidad.   Por lo que dar cuenta sobre el ¿cómo se ha constituido el cuerpo y la subjetividad en las producciones discursivas en el contexto de la biopolítica en el contexto postcapitalista?, será el recorrido sociopedagógico crítico de este ensayo.