Última modificación: 2019-11-22
Resumen
La línea teórico-filosófica de la biopolítica —que inaugura Michael Foucault y continúa, por ejemplo, Giorgio Agamben— surge como lectura crítica y analítica de experiencias consideradas representativas y fundantes de la Modernidad. Sin embargo, en su desarrollo, los autores se centran en la experiencia particular del nazismo en Europa; y, como se señala desde la biopolítica misma, no existe experiencia ni discurso universal: cualquier pretensión de universalidad incuestionable surge de «aquellos que, habiendo obtenido provisoriamente la victoria —y en tanto favorecidos en la relación de dominación— tienen todo el interés de no volver a ponerla en juego» (Genealogía del racismo, p. 44).
Este trabajo se plantea la posibilidad y la necesidad de repensar el discurso mismo sobre la biopolítica desde un carácter perspectivo, haciéndolo operar como herramienta de inteligibilidad de experiencias que tienen lugar en contextos diferentes al que lo engendraron. En este cruce productivo con otros cuerpos y poblaciones, cabe además preguntarse qué metamorfosis puede experimentar la teoría biopolítica.
Si se entiende a la literatura como «corpus orgánico en que se expresa una cultura» (Zanetti, 2000, p. 227), esta se erige como ámbito privilegiado para observar los modos en que se presentan y resuelven estas tensiones. Establecer un diálogo entre el marco teórico de la biopolítica y una pieza de la literatura argentina del siglo XXI como Cosa de negros, de Washington Cucurto, permitirá emprender el trazado de una genealogía del racismo en la cultura nacional actual: explorar los modos en que el cuerpo del inmigrante latinoamericano puede inscribirse en un espacio geográfico, cultural, social y político que insiste en declamársele como ajeno, pero del que es ineludiblemente parte; evaluar en qué medida la «cultura nacional» se constituye, (re)define y afirma en relación con la figura del inmigrante y a sus modos de representación.