La bioética se comporta como un espacio interdisciplinario encargado de proponer un conjunto de orientaciones instrumentales y normativas que guíen los procesos y decisiones en las investigaciones científicas. Dado que las investigaciones se enmarcan de manera circunstancial, decidimos establecer una distinción entre la regulación de “situaciones habituales” y “situaciones excepcionales”, excediendo estas últimas el empleo de los principios bioéticos clásicos. Como caso de estudio analizamos la propuesta de creación de un banco de datos genéticos como plataforma judicial que permita realizar la identificación de personas involucradas en situaciones delictivas. Si bien resultan inminentes los beneficios de su aplicación, la complejidad que existe en el manejo y privacidad de los mismos resalta el potencial perjuicio que conlleva. Advertimos que los principios de la bioética no logran articularse adecuadamente en la evaluación de estas situaciones, por lo que proponemos la noción de “imaginación moral” a modo de dispositivo mental intermediario entre la abstracción de estos principios y la realidad de las experiencias vinculadas a la manipulación de la información genética. A través de dicha noción, se construye una mayor capacidad crítica y conciencia moral acerca de cómo esta información repercute sobre la comunidad, pudiendo anticipar así las circunstancias que se precipitan de las decisiones y actos llevados a cabo en consecuencia.