Última modificación: 2017-09-11
Resumen
Hacia fines de siglo XX se consolidó una reprofesionalización de la historiografía, con parámetros ejercidos por los miembros del campo académico. Esta hegemonía fue cristalizando una visión de 1983 como año fundacional para la disciplina, donde la apertura político institucional generó un espacio para la renovación.
Si indagamos sobre el complejo proceso de profesionalización académica, podemos advertir que este no se agota en una fecha. La renovación que emergió en 1983 tuvo sus antecedentes en tiempos dictatoriales, en donde fue adoptando modos particulares de ejercer la disciplina. Así, encontramos intelectuales que quedaron en una posición de "exilio interno", es decir, sobreviviendo en el medio local con los condicionantes y dificultades que ello implicaba.
En estas páginas indagaremos el Programa de Estudios de Historia del Estado y la Sociedad Argentinas (PEHESA), una iniciativa de un grupo de historiadores surgida en 1977, en pos de sostener la actividad en contexto de cierre de espacios institucionales oficiales y públicos. Esta institucionalidad paralela fue el marco donde pudieron actuar historiadores y cientistas sociales, lo que constituyó un importante acervo de experiencia, formación y sociabilidad previas a 1983.
Analizar el surgimiento y consolidación de este espacio muestra una de las formas que revistió el proceso de reprofesionalización de la historiografía de fin de siglo en Argentina. Así, conocer estos antecedentes permite complejizar visiones lineales sobre las profesiones, y complementar lo sucedido en las instituciones con los contextos políticos que los rodean. Consideramos importante poder devolver mayor complejidad a la historiografía argentina reciente, lugar de disputas por el control de espacios institucionales y reconocimiento estatal que se relaciona asimismo con diversos modos de entender la Historia.