Eventos Académicos, 39 ISCHE. Educación y emancipación

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La emergencia de la modernidad alimentaria a través del discurso de la prensa gráfica porteña -transmisora de saberes, prácticas y valores- sobre la educación alimentaria en el período de entresiglos
Silvia Aletti

Última modificación: 2017-07-17

Resumen


Este trabajo se propone presentar la función del periódico como actor educativo (Borrat, 1989; Califano, 2015) en temas acerca de la alimentación y la educación alimentaria en la Argentina, más precisamente, en la ciudad de Buenos Aires, a fines del siglo XIX y principios del XX.

La historia social de la educación define su objeto de estudio como “el conjunto de los modos, medios y relaciones sociales de producción, transmisión, apropiación y distribución de saberes (Cucuzza, 2011).” Desde esa perspectiva la prensa gráfica, además de informar, produce y difunde conocimientos que, de otra manera, resultarían inalcanzables para muchos lectores (Guerrero Aguado, 1997; Quesada, 1998; Borrat, 2000). El diario La Nación, resulta entonces, una fuente privilegiada de investigación por constituir un medio que transmite la realidad social, produce y distribuye saberes.

A partir del análisis de contenido sobre alimentación y educación alimentaria en todos los ejemplares del diario La Nación, entre los años 1885 y 1921, se puede reconocer el lugar social y cultural ocupado por la alimentación y los procesos de hibridación (emancipación y dependencia) de tradiciones alimentarias coloniales, criollas y europeas que motivaron el encuentro de diferentes universos alimentarios en Buenos Aires de entresiglos.

Este proceso de hibridación se desarrolló en un contexto social caracterizado por la creciente urbanización, la expansión de la actividad agro-industrial, el transporte y las comunicaciones, el mayor crecimiento demográfico vegetativo e inmigratorio y la estabilidad del orden político que determinaron el tránsito de la ciudad de Buenos Aires hacia la modernidad (Korn y Romero, 2006).

Paralelamente a estos cambios sociales operó un proceso denominado deslocalización alimentaria ligado a la difusión de especies animales y vegetales domesticadas, al incremento de redes internacionales de distribución de comestibles y a la movilidad urbana y rural y de un continente a otro (Pelto y Pelto, 1983; Remedi, 2006) que propiciaron el intercambio y la disponibilidad de alimentos desde ambientes culturales cada vez más lejanos.

Este proceso de deslocalización alimentaria se reconoce en las crónicas del diario La Nación referidas a las exposiciones nacionales e internacionales, eventos culturales (Veniard, 2010) donde circulaban saberes técnicos-científicos relativos a los alimentos, su comercialización, su producción, higiene, adulteración, entre otros temas de interés para la población.

La producción de alimentos dependió del ingreso al país de productos foráneos -como semillas, animales reproductores y maquinarias agrícolas importadas- (Hora, 2012). La implementación de estos productos -difundidos y publicitados por La Nación- favoreció el crecimiento agropecuario y nuevos lazos comerciales.

Los alimentos-medicamentos, mayormente introducidos, eran conocidos por el lector a través de las publicidades, y daban cuenta de la naciente industria farmacéutica que, a cargo de inmigrantes (Campins y Pfeiffer, 2011; Román, 2008) controlaban la investigación -según el avance de la química- y el discurso publicitario medicalizado.

Por otra parte, las notas del diario alentaron la implementación de políticas educativas universitarias (Graciano, 2010) para mejorar la educación agrícola -al mismo tiempo que valoraba la activa participación de agricultores inmigrantes, como “fuente de brazos” necesaria para el desarrollo de la riqueza nacional.

En síntesis, del análisis del discurso periodístico del diario La Nación, asociado a la alimentación, surge un conjunto de manifestaciones culturales, económicas, educativas y científicas que acompañaron la emergencia de la modernidad alimentaria en la ciudad de Buenos Aires de entresiglos, tensionada entre lo propio/criollo y lo cosmopolita/europeo.