Última modificación: 2023-04-14
Resumen
En la periodización canónica adoptada para estudiar la obra de Ginastera (autorizada por el propio compositor) se propone el año 1947 como el final del nacionalismo objetivo, y el año 1948 como el inicio del nacionalismo subjetivo. A partir de allí comenzará un camino de alejamiento de la tonalidad y de los motivos criollos, llegando al neoexpresionismo, en 1958, etapa definitivamente atonal en la cual desaparece toda referencia a la gauchesca sonora. En este trabajo proponemos vincular tales circunstancias de la obra con el contexto, particularmente con dos acontecimientos de la historia política y cultural argentina: los debates en la Legislatura bonaerense entre 1947 y 1948 capitalizados finalmente por el oficialismo respecto del tutelaje de lo gauchesco, y la publicación de El mito gaucho que le otorga al gaucho una filiación (filosóficamente fundamentada) con los movimientos populares y con la figura de Perón. Nuestra hipótesis es que tal reconfiguración que acontece sobre de la imagen del gaucho influye en las decisiones del compositor (al interior de la obra y en sus márgenes) en tanto que el juego de las representaciones gauchescas se abrió en una dirección que Ginastera, entendemos, no estuvo dispuesto a acompañar con su música.