En este artículo, examinaremos la figura del cuerpo Cyborg en el contexto que abarca desde la sociedad de la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Para ello, sintetizaremos el análisis comparado de dos categorías de gran importancia, presentadas en la literatura de ciencia ficción: la de robot y la de Cyborg. La primera, adoptada por Isaac Asimov en su obra del año 1950, Yo, Robot,  en la cual explicita las tres leyes morales del comportamiento robótico. A lo largo de los relatos, Asimov realiza una descripción literaria de la manera en la cual, a manera de profecía distópica, el mundo del futuro estará rodeado de máquinas robóticas que dominarán los distintos campos de la vida humana, transformando la realidad. Para analizar la segunda categoría, adoptaremos la definición que presentan tanto Clynes y Kline como D. Haraway y Teresa Aguilar García, autores que definen al Cyborg como un "organismo cibernético, un híbrido entre máquina y organismo, una criatura de realidad social y de ficción".

Asimismo, para ilustrar ambos conceptos, trabajaremos con las ideas de poshumanismo y transhumanismo a través de la literatura. Conjuntamente, veremos la perspectiva nietzscheana del superhombre, caracterizado dentro de su hermenéutica por la reconstrucción y la reinterpretación, la constante metáfora, que puede presentarse a través de los cyborgs como etapa superadora.  Para esto, analizaremos uno de los relatos de la obra de Asimov, titulado “Evidencia”. Así también, por fuera de la literatura, en medios visuales como la televisión y la conferencia científica,  el capítulo “Nosedive” de la tercera temporada de la serie Black Mirror y una conferencia de TEDx del diseñador biónico Hugh Herr, nos servirán de base para explicar los paradigmas científicos que conforman una sociedad más tecnologizada.