Eventos Académicos, 2016

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El vocabulario identitario de las humanidades durante la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras y su rearticulación por parte del discurso antipositivista
Mauro Donnantuoni Moratto

Última modificación: 2017-09-11

Resumen


La fundación de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) fue preparada por un extenso debate en torno a la función e importancia de los estudios humanísticos para la cultura nacional. A la postura tradicional según la cual sólo debía cultivarse las profesiones útiles para el desarrollo económico y social del país, se contraponía la idea de que la ciencia desinteresada cumpliría una función espiritualizadora capaz de equilibrar el materialismo disolvente imperante en la sociedad argentina. De este modo, la antinomia profesionalismo-ciencia desinteresada se instaló como el eje principal de articulación de una nueva identidad vinculada con el espacio social abierto por la FFyL, simbolizando a su “exterior” a partir del primer término, y a su propia “esencia” a partir del segundo. Sin embargo, la conformación de divisiones sectoriales al interior de la FFyL provocó rápidamente la introyección de aquella antinomia fundacional al interior de la propia identidad, expresándose en el “diletantismo” de sus primeras plantas docentes, y en el “materialismo” de los estudiantes que reclamaban por ventajas laborales en el ámbito de la docencia oficial. Esta duplicación “interna” de la antinomia fundacional resultó funcional a un fortalecimiento extensivo de la propia identidad, en desmedro de su diferencia cualitativa, lo que se explica por la precariedad del nuevo espacio social, a la que a su vez contribuía a reproducir. Un primer movimiento discursivo para romper con esta desarticulación constitutiva de la identidad de las humanidades fue realizado por el antipositivismo filosófico durante los años de la Reforma Universitaria, intentando aprovechar el modo como había sido semantizada la oposición entre “filosofía” y “positivismo” para resignificar el vocabulario fundacional, de modo de volverlo más coherente y lograr diferenciar la propia “esencia” sin necesidad de resignar poder de reclutamiento del campo.