Dentro de un posible corpus de novelas académicas argentinas, Filosofía y Letras (1998) de Pablo De Santis y La cátedra (2000) de Nicolás Casullo poseen una fuerte unidad en algunos aspectos. Además de su proximidad temporal en la publicación, ambas comparten dos elementos centrales en sus historias: por un lado, la representación de la sede de la calle 25 de Mayo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires como un espacio laberíntico y tenebroso –y asociable al castillo gótico– y, por otro, la representación de los académicos de la facultad con especial énfasis en las miserables disputas por micro- poderes. En este trabajo abordamos el desarrollo de estos dos ejes en ambas novelas, así como otros motivos y elementos estructurantes que tienen en común, como el gran motivo de la parafernalia académica – congresos, publicaciones, etcétera– o el empleo selectivo del género policial.